Dejaste de ser ideal.

Ahora sé cómo mirás y cada cuánto te gusta pestañar.

Sé cómo caminás y cómo te gusta sentarte. 

Ya no sos más el que yo quería que fueras, ya sos vos.

El que por un segundo me miró a los labios y me hizo 

perder lo que venía diciendo.

Ahora sos real.

Me arrinconás siendo vos 

y no puedo refugiarme en los tiempos de antes. 

No soy buena simulando tranquilidad

y naturaleza para charlar, 

pero si soy buena para desearte en silencio 

y aguantar las ganas de besarte. 

Eso me aniquila por dentro, pero no se nota.

Poco fue el tiempo que estuve con vos 

y mucho el que me hubiese gustado estar.

La memoria no es selectiva e ignora mis necesidades,

poco le importa ser ella misma hoy 

y empezar a borrarme el color de tus ojos 

y la linea de tu cuello.

Tendré que inventarlos una vez más, 

y te volverás ideal una vez más.

No me quedará otra que improvisar otra concidencia, 

sólo para que te descuides de nuevo y me mires a los labios,

para verte caminar, para comprobar que sos real,

para sentir que si nos llegamos a besar, 

seria para que extrañarte me duela un poco más.

Hace tiempo dejaste de ser ideal, ahora duele.